A los 20 años, viviendo en México, nunca imaginé que tres años después estaría trabajando en las oficinas de Google en California. Esta es la historia de cómo una joven apasionada por el anime, los videojuegos y la tecnología logró cumplir uno de sus sueños más grandes.
Los Primeros Pasos en México
Todo comenzó con mi fascinación por la experiencia del usuario. Mientras mis amigos jugaban videojuegos, yo analizaba por qué ciertos interfaces me hacían sentir más conectada con el juego. ¿Por qué algunos sitios web me hacían querer explorar más, mientras otros me frustraban?
En México, empecé autodidacta aprendiendo Figma, CSS, y los fundamentos del diseño UX/UI. Mi estética kawaii no era vista como algo profesional en ese momento, pero yo sabía que la personalidad en el diseño podía ser un diferenciador, no una limitación.
El Salto a la Programación
Decidí que no solo quería diseñar interfaces; quería construirlas. Aprendí Angular porque me gustó su estructura y filosofía. Después, Go se convirtió en mi lenguaje favorito por su simplicidad y performance. La combinación de diseño y desarrollo me dio una perspectiva única.
"No basta con que las interfaces se vean bien; deben funcionar perfectamente y ser técnicamente sólidas."
La Transición a DevOps
Trabajando en proyectos freelance, me di cuenta de que la experiencia del usuario no termina en el frontend. La velocidad de carga, la disponibilidad, la escalabilidad - todo eso impacta directamente cómo los usuarios perciben un producto.
Aprendí Kubernetes, Docker, y cloud infrastructure no porque fuera requerido, sino porque entendí que un UX Engineer completo debe comprender todo el stack. Esta visión holística fue lo que eventualmente llamó la atención de Google.
El Proceso de Aplicación a Google
El proceso fue intenso. Seis rondas de entrevistas cubriendo design thinking, coding challenges en Go y TypeScript, system design, y cultural fit. Lo que más me ayudó fue demostrar cómo mi background multicultural y mi perspectiva única podrían aportar valor al equipo.
Durante las entrevistas, no escondí mi personalidad kawaii. Al contrario, expliqué cómo esa sensibilidad estética me ayuda a crear productos más humanizados y accesibles. Google valoró esa autenticidad.
La Vida en California
Mudarme de México a California fue overwhelming al principio. Nuevo país, nuevo idioma profesional, nuevas dinámicas de trabajo. Pero la diversidad en Google me hizo sentir en casa rápidamente.
Trabajar en productos que impactan a millones de usuarios diariamente me ha enseñado la importancia de cada decisión de diseño. Un cambio de 2px en el spacing puede mejorar la conversión en 0.1%, lo que representa miles de usuarios beneficiados.
Mantener Mis Raíces
Algo que aprendí es que la success no requiere cambiar quien eres. Sigo viendo anime los fines de semana, sigo amando los videojuegos, y sigo creando interfaces con esa sensibilidad estética que me caracteriza.
Mi herencia mexicana me da una perspectiva diferente sobre accessibility y inclusión. Entiendo qué significa diseñar para usuarios con diferentes contexts tecnológicos y culturales.
Consejos para Futuros Dreamers
1. Tu personalidad es tu fortaleza: No escondas lo que te hace único. En tech, la diversidad de pensamiento es invaluable.
2. Aprende más allá de tu especialidad: Ser T-shaped professional te abre más puertas que ser solo un expert en una cosa.
3. Construye proyectos que importan: GitHub stars son cool, pero proyectos que resuelven problemas reales demuestran impact.
4. Network authentically: Las mejores oportunidades vienen de connections genuinas, no de networking forzado.
Looking Forward
Hoy, a los 23 años, estoy exactamente donde quería estar, pero el journey no para. Quiero seguir bridging la brecha entre design y development, crear productos más inclusivos, y eventually, mentorear a otras jóvenes latinas que sueñan con trabajar en tech.
Cada día en Google es un recordatorio de que los sueños grandes requieren trabajo duro, pero cuando combinas pasión genuina con skills técnicos sólidos, las posibilidades son infinitas.
Si estás leyendo esto desde México, América Latina, o cualquier lugar del mundo, pensando que tus sueños son demasiado grandes: no lo son. Tu perspectiva única es exactamente lo que el mundo tech necesita.